Los informes de ingresos y gastos de los partidos políticos parecen estar en un estado de invisibilidad, como si fueran documentos que se evaporaron en el aire. A pesar de las proclamas emitidas por la Junta Central Electoral (JCE), instando a los candidatos a depositar sus presupuestos de campaña, la mayoría parece haberse esfumado de la responsabilidad.
La JCE, encargada de supervisar las elecciones municipales, presidenciales y congresuales, estableció una fecha límite para que los candidatos presentaran obligatoriamente sus presupuestos de gastos de campaña a través de una plataforma designada para tal fin. Sin embargo, parece que muchos han optado por hacer caso omiso a esta exigencia.
Los primeros en estar en la lista de incumplidores son los alcaldes, directores municipales y regidores recién juramentados. A pesar de la fecha límite establecida, la mayoría de ellos no ha cumplido con el mandato, dejando un vacío en cuanto a la transparencia de sus gastos de campaña.
Según lo estipulado por la JCE en una proclama emitida el 8 de marzo, los partidos políticos tenían un plazo de 30 días para presentar sus presupuestos de ingresos y gastos proyectados para la campaña electoral, mientras que los candidatos tenían 10 días para presentar informes iniciales de sus ingresos y egresos a través del Sistema Integrado de Fiscalización Electoral (SIFE).
Sin embargo, hasta el momento, la mayoría de los candidatos presidenciales, incluidos nombres prominentes como Luis Abinader, Abel Martínez, Leonel Fernández y otros, han optado por el silencio en cuanto a la divulgación de esta información crucial.
En contraste, solo Virginia Antares del Partido Opción Democrática ha dado el primer paso al presentar sus gastos, revelando que ha recibido fondos de su partido y ha gastado una suma considerable.
A nivel senatorial, la situación no es mucho mejor, con solo unos pocos candidatos presentando informes de ingresos y gastos, dejando a la gran mayoría en un estado de opacidad financiera.
A nivel de diputaciones, la falta de transparencia persiste, con solo unos pocos candidatos del PRM mostrando algún grado de cumplimiento con las normativas de divulgación financiera.
En resumen, la opacidad parece ser la norma en esta fase crucial de las elecciones, con muchos candidatos y partidos políticos manteniendo en secreto sus ingresos y gastos de campaña, desafiando la llamada a la transparencia electoral.
Fuente: Listin Diario