Las autoridades declararon el nivel IV —el más alto— tras nuevas erupciones, flujos piroclásticos y densas columnas de ceniza que obligaron a ampliar la zona de exclusión y reforzar las evacuaciones.
Un escenario de riesgo extremo
La decisión vino acompañada de nuevas medidas de protección, entre ellas la ampliación de la zona de exclusión a 8 kilómetros desde el cráter, debido a la peligrosidad del fenómeno y la imposibilidad de realizar observaciones visuales claras por el clima adverso.
Actividad eruptiva sostenida y avance de los flujos piroclásticos
La actividad del Semeru, ubicado en la isla de Java, se intensificó con emisiones continuas que alcanzaron columnas eruptivas de hasta 5.6 kilómetros de altura, generando desplazamientos rápidos de nubes calientes que descendieron por las laderas del volcán.
Las autoridades alertaron que estos flujos representan la amenaza más letal del evento, pues combinan gases ardientes, ceniza y fragmentos de roca que pueden desplazarse a gran velocidad y sin previo aviso, impactando directamente a las comunidades cercanas.
El peso de los datos: uno de los volcanes más activos del país
Indonesia forma parte del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una región altamente sísmica que alberga decenas de volcanes activos, lo que incrementa la recurrencia de eventos de este tipo y la necesidad de sistemas de alerta robustos.
Impacto en las comunidades locales y respuesta institucional
Mirando hacia el futuro
Aunque la actividad continúa en evaluación, los expertos prevén que el Semeru podría mantener un comportamiento inestable en los próximos días.
El gobierno indonesio insiste en que la prioridad es la protección de vidas humanas y advierte que el cumplimiento estricto de las restricciones será clave para mitigar riesgos. El seguimiento científico y la coordinación de emergencia seguirán siendo fundamentales mientras se observa cómo evoluciona uno de los volcanes más vigilados del país.
Fuente: EFE

